La élite
La sociedad andina estuvo muy jerarquizada. Comprendía, en la escala inferior, a los hatun runa u hombre del común e inmediatamente por encima se extendía una vasta gama de señores.
Los sacerdotes
Después de los diversos señores y de los administradores, eran importantes los sacerdotes. Los había de muy distintas categorías a la cabeza, el sumo sacerdote del Sol, siempre un pariente cercano del Inca.
Entre los sacerdotes los había que hablaban con las huacas y los que lo hacían con los difuntos. También estaban los que predecían el futuro con granos de maíz, hojas de coca o con arañas negras y peludas encerradas en huesos humanos vacíos para saber el porvenir abrían los tubos de huesos y la forma en que caían los arácnidos y si se quebraban las patas o no, les permitía pronosticar el futuro.
Entre los sacerdotes los había que hablaban con las huacas y los que lo hacían con los difuntos. También estaban los que predecían el futuro con granos de maíz, hojas de coca o con arañas negras y peludas encerradas en huesos humanos vacíos para saber el porvenir abrían los tubos de huesos y la forma en que caían los arácnidos y si se quebraban las patas o no, les permitía pronosticar el futuro.
Las clases populares
Los artesanos
En la costa, los artesanos tenían una situación especial pues trabajaban sólo en su oficio. En la sierra, por el contrario, no dejaban de atender a la agricultura. La característica yunga o sea costeña era la especialización laboral.
Con el transcurso del tiempo, el gobierno tuvo necesidad de acceder a un mayor número de objetos suntuarios, lo cual requería de una dedicación exclusiva de los artífices. Por ese motivo se procedía a enviar al Cusco y a los principales centros administrativos a grupos de ayllus de artesanos con el objeto de satisfacer las demandas estatales. Los más solicitados fueron los plateros u orfebres costeños y hallamos en el Cusco a ayllus oriundos de Ica, Chincha, Pachacamac, Chimú y Huancavelica del Ecuador.
Otros artesanos requeridos fueron los ceramistas y pintores de mantos costeños. En 1566 los encontramos en el norte del país solicitando autorización para ir de pueblo en pueblo cumpliendo sus oficios.
Los hatun runa
Eran los hombres del común. Formaban la gran masa de la población andina. La mayoría cumplía tareas agrícolas, ya fuera en sus chacras, en las de los señores o en las del Estado. De entre ellos se sacaba a los hombres para la
mita guerrera y los diferentes trabajos gubernamentales como la construcción de caminos y puentes y edificios del gobierno.Los pescadores
Habitaban el litoral formando una clase social distinta y separada de los sembradores. Vivían en sus caletas y puertos en la vecindad de las lagunas costeras que en aquel entonces existían en todos los valles.En el ámbito andino las playas no eran, como en Europa, abiertas para todos, sino que cada ayllu disponía de una zona del litoral que le era propia.
Los pescadores no poseían tierras de cultivo, hecho que no les impedía mantener estrecha relación con los pueblos de cultivadores y más bien se hallaban supeditados a los grandes señores de los valles.
Los mitimaes
Fueron grupos enviados junto con sus familias y sus propios jefes étnicos a diferentes lugares a fin de cumplir distintos objetivos. Unos defendían las fronteras mientras otros cultivaban la tierra ahí donde faltaba fuerza de trabajo, como hicieron los catorce mil enviados por Huayna Cápac a Cochabamba. La gran variedad de tareas encomendadas a los mitimaes podía mostrar confianza y ser una distinción o ser un castigo infringido a etnías que merecían una acción punitiva. Por último, había mitimaes con fines religiosos para honrar y servir a santuarios importantes.
Los yanas
No se puede usar el término de esclavo para los yanas pues integraban una categoría compleja dentro del contexto social andino. Al contrario de lo sucedido con los mitimaes, perdían toda comunicación con sus ayllus de origen. Para el Inca, los yanas representaban una fuerza de trabajo que no era solicitada por medio de las ancestrales costumbres de la reciprocidad. Hemos visto que había curacas o señores con estatus de yana o sea de servidores directamente bajo el mando del Inca o de su esposa.
María Rostworowski
Historia del Tahuantinsuyo
Instituto de Estudios Peruanos
IEP Ediciones
Lima, 1995
María Rostworowski
Pachacutec y la leyenda de los Chancas
Instituto de Estudios Peruanos
IEP Ediciones
Lima, 1997
Deben publicar la reflexion de la cultuira inca,y buscar resumir todo el trabajo.
ResponderEliminarIncluir mas imagenes.
muy bueno! justo buscaba esto! Gracias :D!!!
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